En el caso de cualquier lector, existe siempre un escritor/a “culpable”, y en mi caso es Jordi Sierra i Fabra, creador de tantas historias para jóvenes que tratan sobre problemáticas sociales pero con un estilo que engancha, y al que no puedes parar de leer. Eso me aconteció en mi adolescencia cuando devoré Campos de fresas, Noche deviernes, Llamando a las puertas del cielo, La voz interior, Las chicas de alambre, y tantos otros.
Si tuviera que definir mi juventud, sin duda diría que esta estuvo empañada por las letras de Sierra i Fabra. Con él me adentré en el mundo adulto y en los mundos mágicos de la literatura. Por eso, y tras muchos años sin volver a él, este enero retomo la lectura de una de sus novelas para jóvenes y adultos. Se trata de Cuatro días de enero, y la he elegido para el Reto de libros con nombre de mes.
Cuatro días de enero es el primer caso del inspector Miquel Mascarell, un policía leal a la República que tiene que averiguar los porqués de la desaparición de una joven hija de una prostituta en la Barcelona de 1939, una ciudad plagada de miedo, de hambre, de bombas, y de terror por todas partes. Ahí se suceden unos episodios, durante cuatro días (de 22 al 26 de enero), a caballo entre la novela policíaca y la histórica. Con un lenguaje vivo, ágil, y con un compromiso social muy patente, el autor barcelonés crea una trama que engancha, al estilo de esas novelas más adolescentes por las que es tan conocido.
No quisiera irme de este texto sin antes mencionar cómo se ve el mes de enero en este libro. Desde el primer momento nos hace sentir frío, en todas las descripciones que se hacen de los barrios de Barcelona, bien sea por la estación o por la época de guerra.
“Se estremeció por el frío que se filtraba a través de uno de los cristales rotos a consecuencia del bombardeo de diez días antes, pero también porque la comisaría era ahora un inmenso espacio, tan gélido como el día al otro lado de la puerta y las ventanas”.
Y no pasan tampoco desapercibidas las referencias a esa ciudad en guerra, sobre todo porque llama la atención que en ese clima bélico un policía siga investigando sobre un caso aparentemente banal.
“Barcelona era una mujer solitaria y perdida, abandonada, a punto de ser violada”.
En definitiva, me ha gustado mucho volver a reencontrarme con la literatura de Jordi Sierra i Fabra, un escritor que resulta imprescindible en España, que entretiene con sus historias a tantos lectores/as. Sin duda, el personaje de Miquel Mascarell está tan bien esbozado que lo sientes como real, y por eso estoy segura de que no será la última aventura que lea de él.
Ficha técnica
Autor: Jordi Sierra i Fabra
Editorial: Penguim Random House
Año de publicación: 2008
Año de edición: 2016
Número de páginas: 283
Son libros que llevan tiempo en mi lista de pendientes. A ver cuándo me animo!
Besotes!!!
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La verdad es que este es el primero que leo de esta saga. Pero sin duda, el personaje está tan bien esbozado que me quedo con ganas de seguir. Abrazo
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